Collections Menu
Dolores Vila de Viladrich, Mother of the Artist
Advanced Search
Dolores Vila de Viladrich, Mother of the Artist

Dolores Vila de Viladrich, Mother of the Artist

Artist: Miguel Viladrich Vilá (Spanish, 1887 - 1956)

Date: ca. 1912
Dimensions:
Unframed H 195 x W 100 cm (H 76 3/4 x W 39 3/8 in.)
Framed H 198.4 x W 103 x D 3.5 cm (H 78 1/8 x W 40 9/16 x D 1 3/8 in.)
Medium: Oil on canvas
Credit Line: Acquired by Archer M. Huntington for the Hispanic Society, 1927.
Place Made:Spain
Period: Modern
Culture: Spanish
Not on View
DescriptionMiguel Viladrich Vilá (Torrelameu, Lérida / Lleida 1887 – 1956 Buenos Aires)
Dolores Vilá Piñol, Mother of the Artist / Dolores Vilá Piñol, madre del artista, ca. 1912
Oil on canvas / Óleo sobre lienzo, 195 x 100 cm
Signed, lower left (on cartolino) / Firmado abajo a la izquierda (sobre una cartela): “M. Viladrich Vilá Almatret.”
Inscribed, along bottom edge / inscrito en el borde inferior: DOÑA DOLORES VILÁ
New York, The Hispanic Society of America, A1997

Paired with: D. Miguel Viladrach Camarasa, Father of the Artist / D. Miguel Viladrach Camarasa, padre del artista, 1912
Oil on canvas / Óleo sobre lienzo, 196 x 103.5 cm
Signed at lower right: “M. Viladrich Vilá.”
Inscribed, along bottom edge / Firmado abajo a la derecha: “DON MIGUEL VILADRICH”
New York, The Hispanic Society of America, A1995

PROVENANCE: Miguel Viladrich Vilá; acquired by Archer Huntington for The Hispanic Society, 1927.

Miguel Viladrich Vilá was born at Torrelameu north of Lérida (Lleida), the son of a local doctor. He studied architecture at Barcelona, 1905-06, before deciding to become a painter. Essentially self-taught, he traveled to Madrid, Zaragoza, Paris (his base, 1909-14), and Rome, copying works at the Prado and other museums. In 1914 Viladrich moved to Fraga, just across the Catalonia/Aragón border, southwest of Lérida. In 1926, after an exhibition of his work in Buenos Aires, he came to New York, hoping that Archer Huntington would offer him an exhibition; instead, Huntington bought all 34 works in Viladrich’s possession, essentially his entire production through 1926. Viladrich received monumental commissions at Barcelona in the early 1930s, and also traveled to Morocco in 1932, where he produced a series of rich portraits. Viladrich and his family were active Republicans in the Spanish civil war – one of his sons was killed in the conflict – and he emigrated to Buenos Aires in 1939, where he died in 1956.

Viladrich is difficult to assign to any one artistic movement, although two traditions suggest themselves. The first is the late nineteenth-century movements that sought both purity in art and a return to early Renaissance models, what was called “primitive” art. As Priscilla E. Muller has put it, “while invoking the past, he directed his vision to portraying Spain’s steadfast people, its locales and produce as he knew them.” The second tradition is international Symbolism. (For more information, see the entry for Viladrich, no. A1983, “My Funeral / Mis funerales / Mis funerailles.”)

When Viladrich was still an infant, his father, Miguel Viladrich Camarasa, a medical doctor, was appointed director of the social asylum in Lérida (Lleida), with staff to care for the senior citizens and to teach the children of families in the asylum residence. One of Viladrich’s earliest artistic experiences was around age 10, when he discovered the pigments in the shop of a pharmacist associated with his father’s medical practice; the pharmacist allowed him to paint walls and wooden boxes. As a child, Viladrich also visited Almatret with his mother, Dolores Vilá Piñol, whose family still lived there. The artist later remembered the festivals and other aspects of rural life there.

Viladrich has presented his parents in the manner of fifteenth-century Italian Renaissance paintings of saints and other figures with summary landscape backgrounds. Don Miguel is shown in an elegant top hat, Spanish cloak, and purple scarf, set off against luminous greens and blues in the banded landscape. Doña Dolores is dressed soberly in black, almost like a Renaissance nun, with a more varied scene of a valley behind. Both figures are lit as though indoors, with the father’s shadow falling in particular as though on a floor. Viladrich studied the works of Velázquez as part of his training, and both figures seem to respond to the sense of isolation in Velázquez’s single standing portraits. Doña Dolores in particular may be compared with Velázquez’s early portrait of Madre Jerónima de la Fuente (Prado). MBB 

Texto en Español:

Miguel Viladrich Vilá nació en Torrelameu, al norte de Lérida (Lleida), en la familia de un médico del lugar. En 1905-1906 estudió arquitectura en Barcelona antes de decidirse a ser pintor. Básicamente autodidacta, viajó a Madrid, Zaragoza, París (afincado 1909-14) y Roma, copiando obras en el Prado y otros museos. De 1909 a 1914 estuvo afincado en París, aunque hizo viajes frecuentes a Lérida, por ejemplo en 1910. En 1914 Viladrich se trasladó a Fraga, al sudoeste de Lérida, en la raya de Cataluña-Aragón. En 1926, tras exponer en Buenos Aires, viajó a Nueva York con la esperanza de que Archer M. Huntington le ofreciera una exposición; pero en lugar de eso Huntington le compró las treinta y cuatro obras que tenía en su poder, esencialmente toda su producción hasta 1926. Viladrich recibió encargos monumentales a Barcelona en los primeros años treinta y también viajó a Marruecos en 1932, donde hizo una serie de jugosos retratos. Él y su familia fueron activos partidarios del bando republicano en la guerra civil española; uno de sus hijos fue muerto en el conflicto, y en 1939 Viladrich emigró a Buenos Aires, donde falleció en 1956.

Sería difícil encuadrar a Viladrich en un único movimiento artístico, pero dos tradiciones podrían reclamarle. La primera es la de los movimientos de finales del siglo XIX que perseguían simultáneamente la pureza en el arte y una vuelta a modelos del Renacimiento temprano, lo que se llamó arte « de los primitivos ». Dicho en palabras de Priscilla E. Muller, « al invocar al pasado, dirigía sus miras a retratar a las inquebrantables gentes de España, en su medio y en sus tareas tal y como él las conocía ». La segunda tradición es el simbolismo internacional. (Para más información, vea la ficha de Viladrich, no. A1983, “My Funeral / Mis funerales / Mis funerailles.”)

Cuando el futuro pintor era todavía un niño de corta edad, su padre, el médico Miguel Viladrich Camarasa, fue nombrado director de un hospicio en Lérida, con autoridad sobre el personal de atención a los ancianos y de enseñanza a los niños de las familias de la residencia. Contaba unos diez años cuando tuvo una de sus primeras experiencias artísticas, al descubrir los pigmentos en el laboratorio de un farmacéutico asociado a la consulta de su padre; el farmacéutico le permitió pintar paredes y cajas de madera. De pequeño Viladrich también visitó el pueblo de Almatret con su madre, Dolores Vilá Piñol, cuyos parientes seguían viviendo allí. Años más tarde el artista recordaba las fiestas de Almatret y otros aspectos de su vida rural.

Viladrich ha presentado a sus padres a la manera de las pinturas de santos y otras figuras en el Renacimiento italiano del siglo XV, sobre escuetos fondos de paisaje. Don Miguel aparece con elegante chistera, capa española y bufanda morada, recortado sobre los luminosos verdes y azules de un paisaje en bandas. Doña Dolores viste sobriamente de negro, casi como una monja renacentista, y tiene detrás un panorama de valle más variado. Ambas figuras están iluminadas como en un interior, y la sombra del padre en particular cae como en un pavimento. Viladrich estudió las obras de Diego Velázquez (1599-1660) como parte de su formación, y estas dos figuras parecen responder a la impresión de aislamiento que producen los retratos de figuras solas de Velázquez. A doña Dolores se la podría comparar especialmente con un retrato temprano de Velázquez, el de La venerable madre Jerónima de la Fuente (Madrid, Museo del Prado, inv. P02873). MBB

BIBLIOGRAPHY:
TRAPIER 1930B Elizabeth du Gué Trapier, Viladrich in the Collection of The Hispanic Society of America. New York: The Hispanic Society of America, 1930, pp. 20-23, no. X, and 24-25, no. XI
LOMBA AND TUDELILLA (eds.) 2007 Concha Lomba and Chus Tudelilla (dirs.), Viladrich: Primitivo y perdurable = Primitiu i perdurable [Exh. Cat., Fraga, Castell de Fraga, April–June 2007; Lérida, Museu d’Art Jaume Morera, June–October 2007; Saragossa, Centro de Exposiciones y Congresos de Ibercaja, December 2007–March 2008]. Fraga: Ayuntamiento, 2007, pp. 226-227 (A1995), 224-225 (A1997)
CODDING (ed.) 2017 Mitchell A. Codding (ed.), Tesoros de la Hispanic Society: Visiones del mundo hispánico. Madrid, New York: Museo Nacional del Prado, The Hispanic Society of America, 2017, pp. 370-71, nos. 191 and 192

Accession Number: A1997